¿Eres uno de esos jóvenes ejecutivos que acaban de terminar la Universidad, y cuyo padre o tío favorito, te acaba de regalar una copia de “Las 48 Leyes del Poder”, ¿para así poder prepararte para la horrible jungla corporativa?
¿O quizá eres un trabajador frustrado que esta hasta la madre de los abusos corporativos, y decidiste aprender los principios maquiavélicos de Robert Greene para poder, ahora si, crecer sin importar pasar sobre quién se deje?
No seré hipócrita. Los principios del Poder, la Guerra y la maestría expuestos por Robert Greene son importantes conocerlos porque Greene es quizá el autor moderno, que menos se ha mordido la lengua para mostrar una realidad muy por fuera de lo políticamente correcto. Realmente creo que es importante tener al menos una noción de estos principios para que los tiburones no pasen sobre de ti. Y ciertamente es necesario como ganar una guerra política o comercial cuando esta se presente -Y se presentará-.
En “Las Leyes de la Naturaleza Humana”, Greene una vez nos habla a través de los lentes de la filosofía, historia y psicología como las personas nos comportamos a través de 18 “Leyes”. Como animales sociales, es importante conocer nuestras motivaciones, así como el de las personas con las que interactuamos para poder funcionar correctamente. Y desde mi punto de vista, si vas a leer los otros libros de Greene, “Las Leyes de la Naturaleza Humana” es un complemento esencial para evitar comportarte como una especie de sociópata disfuncional. Es por esta razón que, si bien voy a seguir hablando de estos principios durante este año como dije en un post anterior, me parece que tengo también la obligación de hablar de los 18 principios de este libro.
La mayoría de los humanos no existimos como ermitaños aislados del mundo. Somo seres sociales que debemos no solamente obtener habilidades y ganar conocimiento para beneficio propio, si no también es importante que desarrollemos inteligencia creativa y emocional que ayude a las personas que nos rodean. Si podemos aprender a entender el comportamiento de las demás personas, entonces sabremos como manejarnos con ellos, y podremos interactuar con ellos de una manera menos dolorosa y más positiva, a menos que sea necesario hacer lo contrario. Al final, el consejo de Greene es muy simple:
“Cuando interactúes con las personas, muéstrate como una persona progresiva, tolerante y de mente abierta. Pero si una persona esta tratando de pasar sobre ti, o simplemente tiene valores horribles, no dudes en hacer lo necesario”.
Por lo pronto, aquí dejo la lista de las leyes del libro. Conforme escriba los posts, aquí dejaré las ligas:
Ley 1: La ley de la irracionalidad: domina tu yo emocional
Ley 2: La ley del narcisismo: transforma el amor propio en empatía
Ley 3: La ley del juego de roles: ver a través de las máscaras de la gente
Ley 5: La ley de la codicia: Conviértete en un objeto de deseo difícil de alcanzar
Ley 6: La ley de la miopía: aumente su perspectiva – Momentos de la locura
Ley 8: La ley del sabotaje personal: cambie sus circunstancias cambiando su actitud
Ley 9: La ley de la represión: Enfrenta tu lado oscuro
Ley 10: La ley de la envidia: cuidado con el ego frágil, amigos fatales.
Ley 11: La ley de la grandiosidad: conozca sus límites
Ley 12: La Ley de la Rigidez de Género: Reconectarse con lo masculino o femenino dentro de ti
Ley 13: La ley de la ausencia de objetivos: Avanza con sentido de propósito
Ley 14: La ley de la conformidad: resistir la mediocridad del grupo
Ley 15: La ley de la inconstancia
Ley 16: La ley de la agresión: vea la hostilidad detrás de la fachada amigable
Ley 17: La ley de la miopía generacional: Aprovechar el momento histórico
Ley 18: La ley de la negación de la muerte: medita en tu mortalidad.
Debemos aceptar que existe el bien y el mal dentro de nuestra naturaleza humana. De acuerdo a Greene, somos formados de acuerdo a las condiciones de nuestra cuna, y todos vivimos bajo la sombra del miedo a nuestra muerte. Pero si enfrentamos la realidad en base a los hechos, y aprendemos a actuar en base a lo que observamos, podremos entonces hacer de nuestras fallas, cosas grandiosas.
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