Es una lluviosa mañana de Noviembre, y una mujer está llorando por la muerte de su madre en su funeral. Durante el velorio, ella nota a un hombre alto, moreno, y elegante el cual le parece muy atractivo. Unas horas dentro la velada, este hombre se acerca e inicia a charlar con la mujer. Él es carismático, persuasivo y en general un gran tipo. La chica, ahora cree que él es su alma gemela, el hombre de su vida, y por consecuente se enamora de él. El velorio entonces termina, y el hombre se va sin que ella le pidiera su teléfono, email o alguna manera de contactarlo, por lo que ahora ella no tiene ninguna idea de cómo contactarlo. 3 semanas después, la mujer asesina a su hermana.
¿Por qué la mujer asesinó a su hermana? Piensa en tu respuesta por un momento.
El caso anterior fue tomado del libro “La Sabiduría de los psicópatas: Lo que los Santos, espías y asesinos seriales pueden enseñarte del éxito” del Dr. Kevin Dutton (“The Wisdom of Psychopaths”) y su intención es ver de una manera divertida y no académica (Para ello existe la prueba PPI), si piensas como un/a psicópata. La respuesta que una persona con tendencias psicópatas daría, sería la de “La mujer mató a su hermana para poder volver al hombre en su funeral”.
Si acertaste con la respuesta, no te preocupes, es solo un juego. Pero, aun así, puedes sorprenderte de lo común que es el lidiar con “Psicópatas” en nuestra vida diaria, al menos de acuerdo con el Dr. Dutton. Según él, convivimos a diario con psicópatas, e incluso nosotros mismos podemos tener algunas tendencias psicóticas sin darnos cuenta, ya que la psicopatía no es algo binario, sino más bien una escala, con la cual pasando cierto punto se puede considerar que tienes ciertas tendencias psicóticas y al cruzar ciertas barreras pasas de ser psicópata funcional a psicópata no funcional, donde entran los asesinos en serie.
Pero a mí lo que me interesa son los “psicópatas” con los que convivimos a diario, los “funcionales”. Aquellos donde entran ciertos Gerente y directores, abogados y políticos.
En un trabajo que en el que estuve como ingeniero de Nube, recuerdo a uno de los jóvenes vendedores más exitosos de la empresa en la que trabajaba. Cuando platicabas con el podías notar su exceso de confianza en sí mismo y su enorme carisma, y en su trabajo, el parecía tener un valor para tomar decisiones impulsivas y atrevidas que nadie más tenía.
Sin embargo, con el tiempo podías darte cuenta de que su carisma era superficial y muy narcisista (Por ejemplo, le era muy fácil entablar conversaciones con desconocidos… Pero si escuchabas bien, el solo hablaba de el mismo y sus “logros”). Y después de un tiempo noté como manipulaba a las personas para que estas atacaran a sus enemigos y así aplastarlos sin que él se ensuciara las manos, dañando el trabajo y la reputación de quien se le pusiera en frente, sin importarle la necesidad que tenían las personas por ese trabajo. Lo que importaba era él y paso encima de muchas personas.
El caso anterior es muy común en el ambiente laboral moderno y estoy seguro, que todos podemos relacionarnos con casos así. De hecho, Dutton argumenta que el ambiente laboral moderno es ideal para que los psicópatas “Florezcan”, y sean muy exitosos. Al psicópata funcional de oficina, puedes identificarlo fácilmente de acuerdo con los siguientes atributos:
- Rara vez tienen miedo
- Se enfocan en el presente
- Empatía muy reducida
- Comportamiento antitsocial
- Son Impulsivos
- Encantadores (Superficialmente, escucha muy bien sus temas de conversación)
- Sentido de Grandeza
- Patologicamente mentirosos
- Astutos y manipuladores
- Carecen de remordimiento
- Problemas de comportamiento en su infancia
- Sexualmente promiscuos
- Muchas relaciones cortas
Si bien, yo personalmente no estoy de acuerdo con la mayoría, algunas de las características de arriba definitivamente pueden ayudarte en tu vida laboral, y de acuerdo con Dutton específicamente el “No tener miedo” y el que “No te importe lo que digan los demás” son habilidades/características de psicópatas funcionales cruciales que debes aprender. Muchas veces somos muy, pero muy desidiosos de tomar decisiones. La razón de esto es que le tememos mucho al futuro y nos arrepentimos demasiado de las cosas que hicimos en el pasado, y peor aún, nos preocupamos demasiado por lo que piensan las demás personas. Vivir con miedo es una receta para auto sabotearnos eternamente. Necesitamos a aprender a enfocarnos en el momento, en el presente, controlar nuestras emociones y esta es una de las razones por las que insisto siempre en que debes meditar diario, sin tonterías.
El punto no es que te vuelvas tú mismo un psicópata, si no que incorpores las características positivas de los ellos en tu comportamiento ya que, si incorporas todas las características mencionadas, te aseguro que te harás de muchos enemigos innecesarios, y más de uno ira por tu cabeza. En el caso del joven vendedor arriba mencionado, solo fue cuestión de tiempo para que se cruzara con las personas equivocadas las cuales los hicieron pedazos. Desde mi punto de vista estas son las características que debes adoptar en tu vida laboral:
- No tener miedo
- Vivir en el presente
- Empatía reducida… Con tus enemigos
- Menos importancia a la opinión de los demás
- Persuasión
- Astucia
A diferencia del psicópata funcional quien suele tomar decisiones y tomar acciones de manera impulsiva, tú debes ser Astuto y estratégico, mientras te enfocas en el presente para tomar decisiones efectivas rápidamente. Y esto incluye aprender a que te importe menos la opinión de otras personas al tomar una decisión. Cuando hablo de que debemos ser un poco más psicópatas, no hablo de que te deban “valer” las demás personas y que debas aplastar a todos los que se te atraviesen por tu camino. Lo que digo es que debemos dejar de ser tímidos, asustadizos y débiles. Y bajo ningún motivo, permitirnos ser la presa de depredadores psicóticos, pues en el momento que lo hagamos, nuestras vidas y futuro estarán a merced de ellos. Medita, enfócate en el presente, controla tus emociones, aprende a tomar decisiones eficaces y encara a los depredares sin temor.
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